Elisa Martínez trabajaba en una multinacional cuando se dio cuenta de que estaba cansada de tener que explicar a los compañeros no financieros los conceptos técnicos de las finanzas. “Incluso una vez, en el turno de preguntas, la gente quería saber qué es un IVA repercutido”. Con la vocación de ayudar los otros, se acogió voluntariamente al ERE de su empresa para convertirse en autónoma con negocio propio: Finanpolis.
Su propuesta es un juego de mesa que navega entre la educación y el gaming financiero para ir un paso más allá de donde llegan las clases de finanzas y los conceptos del día a día. “Creo que hay muchas carencias y que el profesorado da por supuesto que la gente conoce el lenguaje pero la gente quiere que las cosas se le expliquen de manera sencilla”.
Aprender y divertirse
Finanpolis tiene tres tableros diferentes: uno con dados, cartas tipo Trivial o pruebas físicas como una carrera de relevos, una prueba de canto, etc. Todo esto está pensado con el fin de ganar o perder dinero que el jugador tendrá que distribuir entre los impuestos, los gastos, etc. En resumen, cada grupo funciona como un tipo de empresa que compite con la firma rival para ganar más. “Las pruebas tienen como finalidad tener atrapada a la gente en el tema del juego y la competición y se juega en equipos para fomentar el Team Building, los valores y la colaboración”, explica Martínez.
Y es que funciona como un juego de equipos en que pueden participar entre 9 y 16 personas, pero también tiene versiones más reducidas para emprendedores y autónomos, en las que el precio también varía. Si los primeros están concebidos como talleres de cuatro horas de duración por unos 600 euros, los más reducidos se sitúan en los 30 euros.
Talleres sencillos, conceptos complejos
Los talleres los ha realizado en las sedes de multinacionales y pymes, principalmente. Durante una sesión, guiada por su creadora, a los jugadores/empleados se les plantea cómo interpretar los números del gestor, saber si ganan o pierden dinero, cómo poder llegar a final de mes e incluso cómo aprender a distinguir entre plan de pensiones y plan de jubilaciones. “Todo esto lo hacemos jugando. Ahora que están tan de moda las técnicas de gamificación, utilizo el juego para que la gente no se aburra y se distraiga. Doy poca información, intento utilizar palabras muy planas y que la gente aprenda a través del juego y la reflexión“, argumenta su creadora.
Aun así, la impulsora de Finanpolis se desplaza a la empresa en que se celebra el juego pero también imparte los talleres individuales en el coworking en que trabaja, ubicado en Barcelona. Recientemente ha estado jugando a Finanpolis en las aulas de Barcelona Activa, una de las entidades públicas que se han atrevido a probar su método.